La intervención de lo Real. Reinterpretaciones de las Pinturas Negras de Goya
3/15 — PLENAS. Dos viejos comiendo sopa. Sergio Belinchón

 

COMIDAS SINIESTRAS

© Museo Nacional del Prado

 FRANCISCO DE GOYA. FRANCISCO DE GOYA: DOS VIEJOS COMIENDO SOPA

Los primeros intérpretes de las Pinturas Negras, en pleno Romanticismo, leyeron el ciclo en clave de brujería. Las leyendas añadidas a las fotos de Laurent así lo manifiestan.  Bajo la pintura hoy conocida como Dos viejos comiendo sopa leemos (y traduzco del francés): “brujos preparando un brebaje”. No se sabe bien si son viejos o viejas, pero está claro que no se cuece nada bueno en esa mesa. Las interpretaciones más recientes (Foradada) pueden hablar de inquisidores repasando una lista negra mientras cenan tan tranquilamente. El gesto paralelo de las manos izquierdas de ambos personajes, señalando al unísono a su derecha, es tan sorprendente como inquietante. Algunos (Miguel Hervás) piensan que lo que señalaban era otra de las Pinturas Negras, la Romería de San Isidro, burlándose de sus personajes.

En cualquier caso, se trata de un asunto oscuro y maléfico. Digamos que se trata de una cena o comida de negocios turbios. Como tantas que nos podemos imaginar en restaurantes de todo el mundo, protagonizadas por quienes juegan con el destino de los demás sobre un mantel.

SERGIO BELINCHÓN: HOMBRES DE TRAJE

Los encorbatados de Sergio Belinchón, protagonistas de su serie “Hombres de traje”. han sido robados de viejas fotos de mediados del XX, en blanco y negro. Hombres de negocios, cerrando tratos hoy olvidados, o brindando por ellos. Los usos tópicos de la fotografía multiplican imágenes de celebraciones, y reducen al mínimo las instantáneas de lo cotidiano siniestro, de la realidad real.

El artista manipula la imagen físicamente, raspándoles las caras a sus ejecutivos. “El hecho de no hacer con- cesiones, de lijar completamente la cara de los retratados” –dice Belinchón– “demuestra, por un lado, una crítica a lo que representan esos personajes, y por otro, aporta una carga estética que hace que imágenes sin interés aparente cobren la fuerza que no tenían”.

Imágenes como ésta hablan de poder y de control, igual que lo hacía Goya. El raspado de los rostros descu- bre lo monstruoso del mismo modo que la deformación pictórica goyesca.

UBICACIÓN: FACHADA DEL AYUNTAMIENTO DE PLENAS

Las pinturas de siluetas negras, representando oficios y tradiciones, han terminado por ser una seña de identidad de Plenas. Los encontraremos también a lo largo de la calle Baja Bajo, donde está el Ayuntamiento, no lejos de los restos del castillo. Uno de ellos representa el transgresor dance del “Reinau”, burla de la autoridad.

En la fachada del Ayuntamiento se plantean estas otras sombras bien distintas, alteradas por Sergio Belinchón, que hablan de unos hombres trajeados que, lejos de pueblos y comarcas como éstas, controlan desde la sombra el poder y los destinos.

SERGIO BELINCHÓN (Valencia, 1971)

Fotógrafo y video creador valenciano que vive y trabaja en Berlín.

Tal vez se pueda resumir su amplio y complejo trabajo como una exploración del papel del hombre en el mundo, en los contextos de la arquitectura y el paisaje. Destilado todo ello con una notable ironía. Testimonio de ello sus series “Venus Grotto” o “Take 1”.

A partir de 2007, y de su exposición “Once upon a time”, en la galería Tomás March de Valencia, se suceden varios proyectos con el Spaghetti Western como asunto, recorriendo los parajes españoles donde se rodaron estas películas. Este ciclo tuvo un momento importante en 2011, con la exposición “Western” en la Diputación de Huesca, y la edición de un notable catálogo.

En los últimos años ha expuesto en galerías como Invaliden1 (Berlín), GE (Monterrey), La Caja Negra (Madrid) o Las Naves (Valencia).


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Plenas 29 noviembre, 2021