CAMPO DE BELCHITE: 15 PUEBLOS / 15 ELEMENTOS PATRIMONIALES
8. LAGATA

 

Iglesia Parroquial de la Exaltación de la Santa Cruz de Lagata (Zaragoza).
Estívaliz Garín Subías, arquitecta

 

Se trata de una iglesia de estilo barroco, de planta de cruz latina de tres tramos y crucero, con una capilla a cada lado próxima al crucero y ábside plano. Se cubre mediante bóveda de lunetos, salvo el crucero que lo hace por cúpula sobre pechinas. Presenta un acceso lateral por el tramo de los pies donde se sitúa el coro. Su decoración interior es sencilla y se reduce a un entablamento que marca el arranque de las bóvedas.

Su construcción utiliza a la vez fábrica de ladrillo manual y tapial con verdugadas y llaves de ladrillo. Exteriormente el tapial se encuentra revestido con mortero de yeso.

La torre situada a los pies y en el lado del evangelio, construida con ladrillo macizo, es de concepción sencilla con planta cuadrada y últimos cuerpos de planta octogonal rematada con chapitel metálico.

En cuanto al estado físico que nos encontramos antes de intervenir desde nuestro estudio, se observaban principalmente daños en las cubiertas, en las que existían gran cantidad de tejas rotas, desplazadas y falta de éstas. En los rafes encontramos tejas con posibilidad de caída que se debían retirar. Así mismo, existían flechas en algunas zonas de los planos de la cubierta, probablemente consecuencia de deformaciones por flecha de los rollizos de madera que formaban su estructura.

      

Exteriormente los muros sufrían degradación del material de revestimiento, provocando desconchados yentostas de material que podían desprenderse. Así mismo, en uno de los muros, se observaba exteriormente una grieta de carácter vertical que aparecía a una altura aproximada de la mitad del muro y llegaba hasta el alero.

Además y de forma general en los arranques de los muros se observaban manchas de humedad por capilaridad, fenómeno que estaba afectando a los materiales que lo componen.

En una primera fase se realiza la restauración de las cubiertas y el drenaje perimetral de sus muros.

La restauración de las cubiertas consistió en la retirada de la totalidad de los elementos de cobertura (tejas), soporte (cañizos y yeso) y toda la estructura de rollizos que componía la cubierta.

Para consolidar los muros y evitar movimientos por empujes no contrarrestados, se efectuó el zunchado mediante anillos cerrados compuestos por secciones de hormigón armado recogiendo todas las coronaciones de los muros.

Igualmente se efectuó el encamisado de todas las bóvedas y cúpulas mediante la aplicación de una capa de mortero bastardo de cal y cemento armado con malla.

Después de ejecutados los zunchos y encamisados de bóvedas y cúpula se construyó una nueva estructura, idéntica a la original(vigas y correas), pero en secciones de madera laminada estructural. Sobre ésta, se dispusoentablado de cubierta, con tablas de madera canteada.

   

Por último, el tejado se remató conteja cerámica curva, recibida con mortero bastardo de cemento y cal hidráulica sobre placa bajo teja.

Reutilizamos las tejas en buen estado para las cobijas y se utilizaron tejas nuevas para las canales.

   

Para actuar sobre la ascensión de humedad por capilaridad se dispuso, comprobar el funcionamiento de la atarjea interior existente, la realización de un drenaje perimetral y construcción de una atarjea de ventilación exterior.

Como la ejecución de la atarjea exterior suponía de alguna manera el descalce de los muros de fachada se realizó un zunchado perimetral a modo de recalce de cimentación.

       

En la segunda fase de intervención se realiza la restauración de las fachadas.

En la construcción original de estas fachadas, se utilizó una combinación de fábrica de ladrillo manual y tapial con verdugadas y llaves de ladrillo. Posteriormente, este tapial fue revestido con mortero posiblemente de yeso.

Las patologías detectadas consistían en desprendimientos de enfoscados, debidas a la acción de los agentes atmosféricos y la falta de elementos que asegurasen la trabazón de éstos con la fábrica de tapial.

Estas mermas de material se habían ido solucionando con la aplicación de morteros de cemento que flaco favor le hacían a la fábrica original de tapial, ya que estos morteros proporcionabanuna rigidez excesiva y una falta de transpiración que iba favoreciendo la ascensión de las humedades por capilaridad.

La primera actuación fue sin duda la eliminación de todos estos morteros de cemento, que nos dejaron una fábrica totalmente descarnada, siendo la fachada principal la más afectada.

Así mismo,  fueron apareciendo otras afecciones ya detectadas en la intervención en las cubiertas, una profusión de grietas que arrancaban de ésta y recorrían verticalmente todos los paños de la fábrica, coincidiendo con los puntos más frágiles que siempre son los huecos de los muros.

Sacadas a la luz todas estas patologías y su verdadera magnitud, pudimos establecer un criterio más claro de intervención. Lo primero de todo fue consolidar las fábricas y para ello procedimos de la siguiente manera:

Aporte de material en aquellas zonas donde las mermas eran considerables y cosido de grietas en todo la altura de los paños.

En cuanto al aporte de material, se barajaron varias opciones, pero se optó por la utilización de arcillas, pues este es el material del que está compuesta la fábrica y consideramos que éste es el que mejor se adaptaría de nuevo.

Para ello utilizamos un preparado de arcillas con fibra (paja) de la casa Ecoclay, que nos aportaba una buena trabazón con las tierras existentes, y en los puntos donde fue necesario utilizamos el retacado con ladrillos cerámicos macizos.

      

La forma de abordar el cosido de las grietas también fue ampliamente discutida y estudiada, al final optamos por la utilización de unas llaves de madera, pues es el material que por su flexibilidad y composición mejor se adapta a estos trabajos.

Acordamos envolver estas llaves de madera con esparto para que nos favoreciese la adherencia entre la fábrica existente y el nuevo material aportado que iba a ser la cal en este caso.

      

Llegados a esta fase en la que ya teníamos consolidados los paramentos es cuando podíamos empezar los trabajos de revoco propiamente dichos.

Para ello habíamos elegido un preparado de Cal Hidraúlica que se fue aplicando en sucesivas manos, respetando los tiempos de secado de cada una de ellas para garantizar el éxito en su aplicación.

Otra de las decisiones importantes que tuvimos que tomar en este punto fue la utilización o no de mallas, que desde la casa de cales se nos recomendaba.

Varios factores hicieron decantarnos por descartar la utilización de malla alguna, pero el principal fue el anclaje de estas mallas. No pensamos que ningún tipo de anclaje fuese compatible con la fábrica con la que trabajábamos y si estos anclajes fallaban el colapso del revoque podría afectar a todo el paño de fachada completo.

   Primera capa de revoco de cal

   Segunda capa de revoco de cal

Después de esta segunda capa de revoco de cal ya solo quedaba la capa de acabado. Utilizamos dos tonalidades diferentes para poder diferenciar el zócalo de la fábrica.

En este punto también tenemos que comentar los distintos tratamientos de acabado que se dieron a las diferentes fachadas. Mientras que la fachada principal deja a la vista la composición original del tapial de ladrillo en el resto de fachadas se optó por el recubrimiento total de la fábrica…………cuestiones económicas mandan, por supuesto, pero al menos en la fachada principal podemos hacer lectura de lo que en su día fueron las fábricas originales. ¡¡¡Ya es un gran logro!!!

Y cuando ya casi teníamos todo resuelto, le llegó su turno al cuerpo de acceso……

Desde el principio lo veíamos como un anexo a la iglesia original, que había estado sometido a varias intervenciones.

Pero una vez fuimos descubriendo lo que había debajo de tanta capa nos encontramos con lo siguiente

El acceso parece construido en dos fases bien diferenciadas; la primera siguiendo la línea del resto de la iglesia, combinación de fábrica de ladrillo manual y tapial de ladrillo y una posterior en fábrica de mampostería.

   

Esta decisión también fue motivo de bastantes opiniones, pero el criterio estaba claro, en todo momento la solución tenía que reflejar ambas intervenciones, por lo que no podíamos aplicar un criterio unificador.

Se decidió por un lado seguir con el tratamiento que habíamos aplicado al resto de fachadas para la primera fase y realizar un trabajo de rejuntado de la fábrica para la segunda.

Y a la vista está que el resultado es más que interesante, ¿¿no??

   

Por nuestra parte resaltar el gran trabajo realizado por Raúl Gimeno, que nos fue de gran ayuda por su paciencia y sus ganas.

Esperamos que los vecinos de Lagata hayan quedado tan satisfechos del resultado como todos los que hemos estado trabajando para que así sea.