Foto. Toni Galán. Heraldo

Marga Iñíguez: «La creatividad es una forma de ir por la vida y de relacionarte»

Est especialista en el desarrollo del talento creador, asesora pedagógica de ‘Barrio Sésamo’ y ‘La bola de cristal’ durante trece años, ha sido invitada por Territorio Goya a impartir talleres en Belchite y Fuendetodos sobre los usos de la imaginación

ACTUALIZADA 3/11/2019  / ANTÓN CASTRO

 

«Mi casa está en Béjar, pero en realidad vivo en mis zapatos. He trabajado en 20 países del mundo. Viajo y me encanta la itinerancia, y he estado mucho en Aragón, con multitud de amigos. La jota me relaja y, a menudo, la bailo solo para mí», dice Marga Iñíguez, que fue asesora pedagógica durante trece años de ‘Ábrete Sésamo’ y ‘La bola de cristal’. Especializada en creatividad, imparte talleres abiertos en Belchite (de 17.00 a 20.00, de lunes 4 a jueves 7) y en Fuendetodos (hoy, de 10.00 a 14.00) dentro de un programa organizado por Territorio Goya en colaboración con diversos organismos e instituciones: el Gobierno de Aragón, los dos ayuntamientos, el Ministerio de Cultura, el Leader, la Unión Europea Feader, la Comarca de Belchite y Adecobel.

¿Por qué es una mujer errante?

Me encanta estar en un sitio y en otro. Me da mucha energía y vitalidad. Es muy importante trabajar con gente distinta y ver otros cielos, oír otras voces, transitar por otros lugares. Te abren la mente y estás en continua adaptación a circunstancias nuevas. Yo no soy turista, soy viajera.

¿Qué es la creatividad?

Es un hecho muy complejo en el que inciden quién eres, toda tu historia personal, el entorno, tus proyectos. Es un hecho global en el que se activan tus pensamientos, tus sentimientos, tus dificultades, tus sueños, lo que comes, donde estás. Influye todo.

Le hago otra pregunta: ¿qué es ser creativo?

Es hacer determinados tránsitos de mente: la transformación, el desaprender, la incertidumbre. Primero entran en funcionamiento tus cuatro cerebros: tu totalidad. Hay ideas que te vienen del hacer; otras, del sentir y del recordar; otras, de la interacción, y otras de la proyección de lo imaginario hacia el futuro. Ha hecho mucho daño que siempre se hable de pensamiento creativo.

Marga Iñíguez ha impartido e imparte esta semana talleres intensos sobre creatividad.  Toni Galán.

Marga Iñíguez ha impartido e imparte esta semana talleres intensos sobre creatividad.  Toni Galán. / Heraldo

 

¿Y que piensa usted?

Pues que las ideas no solo vienen pensando. A mucha gente le vienen haciendo cosas. Estamos entrando en la era de la interacción, de los mestizajes. La creatividad es arte, es ciencia, es energía, es una forma de ir por la vida y una forma de relacionarte. La creatividad es estar en continua transformación para hallar soluciones a viejos problemas. Otra cosa es que nos conmueva la creatividad pensada para mejorar el mundo y hacerlo más equitativo, más libre y más rico, o menos desigual.

Trabaja mucho con artistas, escritores, gentes del campo.

Aquí en Aragón he trabajado con tipo de gente: he dado talleres a artistas, docentes, empleados de alta tecnología, he hechos juegos con la PAI (Promotora de Acción Infantil) o me zambullo en la vida cotidiana. El proceso creador es igual para todos. Hay varias fases: la primera, tengo unas ideas nuevas; la segunda, cómo las materializo. Y eso, entre otras cosas, se logra con alas para volar y pies de plomo para caminar. Hay que saber volar para aterrizar bien.

Va a trabajar en Fuendetodos y Belchite, dos lugares despoblados. ¿Quién puede ser creativo?

Absolutamente todos. La creatividad es un hecho biológico.

Cuando trabaja con creadores, ¿qué sugiere, qué les dice?

Tengo siempre algunas propuestas de generales, y aprovecho lo que va ocurriendo. El material que uno tiene son sus propias ideas, su biografía, sus etapas creativas y el entorno. A los artistas les pido que toquen su archivo interno de datos y de sueños, su singularidad, que muestren su propio sello. Todos los habitantes del planeta son distintos. A la gente del campo le digo que hay que perder el sentido de inferioridad, desarrollar la autoestima y estar abierto al mundo.

¿Qué sugeriría para que Fuendetodos, donde nació Goya, no estuviese ahí, varado y dejado de la mano de Dios, de los presupuestos y de las instituciones?

Hay que tener una perspectiva y ver qué y quién era Goya. Se podría, primero, pedir al Museo del Prado, que tiene tanta obra de Goya en archivo y subterráneos, que por qué no la cede para un crear un centro que se llamara ‘Goya y su época’. Y que haría que viniera gente de todo el mundo ahí. Y otras cosas: residencia de artistas, cursillos y talleres en la línea de las aportaciones de Goya, se puede hacer un congreso de arte y compromiso social. Se podían hacer congresos y encuentros, que son claves. Fuendetodos debiera ser un centro universal de Goya y no hacerlo me parece que es tener una visión reducida. Aquí sí se necesita imaginación y creatividad.

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