En TerritorioGoya somos conscientes que las soluciones a la despoblación de la comarca Campo del Belchite son complejas. Se trata de una comarca caracterizada por la pérdida continuada de población, una baja densidad, envejecimiento y baja natalidad. Su aportación al PIB aragonés del 0,2%. La renta per cápita más baja de Aragón, y de las más bajas de España, 8.608 €, (En Aragón es de 27.000 € y en España de 24.999 € (2017). Como referencia el umbral de ingresos que define la tasa de riesgo de pobreza en España se situaba en 2017 en 8.522 euros anuales para un hogar unipersonal (9.335 euros, con alquiler imputado) o en 16.823 euros (19.603 euros, con alquiler imputado) para un hogar formado por dos adultos y dos menores. La densidad de población del Campo de Belchite es de 4,6 habitantes por km2, (Aragón tiene 27,6 y España 92). Como referencia pensemos que el Sahara Occidental tiene 2,3 h. / km2, y es uno de los territorios con una de las tasas más bajas del mundo.
El Campo de Belchite ha perdido en el presente siglo el 18% de la población y el decrecimiento anual es constante. Se trata de la comunidad con mayor índice de pérdida de población de Aragón. De los 4.660 habitantes de la Comarca, 1.174 están afiliados a la Seguridad Social (junio 2018), si bien parados hay 148 personas. Casi el 50% se dedican a la agricultura y a la ganadería, el 13,4% al comercio, el 11,1% a la industria, el 10,5% a la administración, el 7,3 a la construcción.
La Comarca Campo de Belchite con sus emblemáticos municipios a la cabeza, Belchite y Fuendetodos, necesita con urgencia un conjunto de actuaciones que cambien la tendencia y eviten que la tierra de Goya se convierta en las próximas décadas en un desierto social, económico y cultural.
Por lo tanto se requiere de la activación de muchos vectores, que teniendo como base la innovación y la creatividad en todas las vertientes, permita llegar a procesos nuevos en múltiples dimensiones interrelacionadas. Desde la formación y educación, las opciones económicas y agropecuarias, las opciones potenciales de trabajo, empleo y emprendimiento de la nueva economía, el desarrollo tecnológico y la comunicación, las vitales oportunidades de la cultura, el arte y el patrimonio, las nuevas visiones del turismo y el ocio, el transporte y la movilidad, la salud y el bienestar. Un proceso que requiere de medidas políticas generales pero también de un cambio social en el territorio, un proceso de creación compartida que aporte esa nueva ruralidad de la que se habla los últimos años, basada en la gestión de la energía y la inteligencia colectiva, para poner en marcha líneas de trabajo y acción que mejoren la realidad y la propia relación entre lo urbano y lo rural, como elementos complementarios de una nueva relación del ser humano con el paisaje y el medio rural.
Datos 2018. Instituto Aragonés de Estadística.